Hola, hacia tiempo que no publicaba una conserva vegetal, y tenemos que ir calentando motores, ya que la huerta ya está empezando a crecer... Con un poco de suerte, este año tendremos una buena cosecha.
La receta de hoy es sencilla, pero como todo lo sencillo bien buena y práctica, para esos días que no disponemos de tomates frescos para preparar nuestros deliciosos platos.
Es una doble conserva; por un lado están los tomates deshidratados, y por otro lado, conservados en aceite.
Ingredientes:
Tomates
Aceite oliva Virgen extra.
Un poco de paciencia.
Elaboración:
Se lavan bien los tomates, y se cortan en finas rodajas quitando la parte de las semillas. Si no quitamos esta parte, el secado se puede eternizar.
Si disponemos de deshidratador, como es mi caso, lo vamos colocando en el, hasta completar la cantidad de tomates que dispongamos, y lo vamos deshidratando lentamente hasta que esté completamente seco.
Aquellas personas que viven en un sitio de clima cálido y seco ( que no es mi caso) que pueden permitirse secar alimentos al aire libre, eso que ahorran en energía.
Una vez secos, lo introducimos en un tarro de cristal ESTERILIZADO ( no olvidéis la esterilización), bien apretadito y se rellena de un buen aceite de oliva V.E. de nuestro tierra.
Se cierra bien el tarro, y lo ponemos al baño María un ratín, con 15 minutos en este caso es suficiente.
Lo decoramos....y voalá.
Nos decora hasta la cocina.
Espero os haya gustado la receta de hoy y ....
¡ qué disfrutéis!.
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